Charles Lutwidge Dodgson (Daresbury, Cheshire, Reino Unido, 27 de enero de 1832-Guildford, Surrey, Reino Unido, 14 de enero de 1898), más conocido por su seudónimo Lewis Carroll, fue un diácono anglicano, lógico, matemático, fotógrafo yescritor británico. Sus obras más conocidas son Alicia en el país de las maravillas y su continuación, Alicia a través del espejo.
Su hijo Charles nació en la pequeña parroquia de Daresbury, en Cheshire. Fue el tercero de los hijos del matrimonio Dodgson, y el primer varón. Después seguirían ocho hijos más y, lo que resulta más insólito para la época, todos ellos —siete chicas y cuatro chicos— sobrevivirían hasta la edad adulta. Cuando Charles tenía once años, su padre fue nombrado párroco de la localidad de Croft-on-Tees, en North Yorkshire, y toda la familia se trasladó a la espaciosa rectoría que sería la morada familiar durante los siguientes 25 años.
Dodgson alcanzó pronto la excelencia en este arte, que convirtió en expresión de su personal filosofía interior: la creencia en la divinidad de lo que él llamaba belleza, que para él significaba un estado de perfección moral, estética o física. A través de la fotografía, Carroll trató de combinar los ideales de libertad y belleza con la inocencia edénica, donde el cuerpo humano y el contacto humano podían ser disfrutados sin sentimiento de culpa. En su mediana edad, esta visión se transformó en la persecución de la belleza como un estado de gracia, un medio para recuperar la inocencia perdida. Esto, junto con su pasión por el teatro, que le acompañó durante toda su vida, habría de traerle problemas con la moral victoriana, e incluso con los principios anglicanos de su propia familia. Como anota su principal biógrafo, Morton Cohen: «Rechazó rotundamente el principio calvinista del pecado original y lo sustituyó por la noción de divinidad innata».
Aunque la mayor parte de su atención la dedicó Carroll a la geometría, escribió también sobre numerosos otros temas matemáticos: de la cuadratura del círculo, del cifrado de mensajes (llegando a inventar algunos métodos), de álgebra, de aritmética electoral y votaciones, así como sobre lógica.
En los últimos años de su vida no solo prestó atención a las matemáticas recreativas (con juegos de cálculo como los diez nudos de su libro Un cuento enmarañado) o al estudio de las paradojas (analizó la paradoja de Aquiles y la tortuga y elaboró una propia, la de la barbería), sino que también se dedicó a la búsqueda de formas de exposición sistemática de, por ejemplo, la teoría del silogismo. Por lo demás, elaboró cuadros, fichas y diagramas del tipo de los de Venn e introdujo árboles lógicos.
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